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La Fiebre del valle

Sintomas de la fiebre del Valle



    Nota: La fiebre del Valle y la COVID-19 comparten muchos de los mismos síntomas, como fiebre, tos, fatiga y dolores corporales. Si tiene estos síntomas, aíslese de los demás y comuníquese con su médico de inmediato. Se necesitan pruebas de laboratorio para saber si los síntomas son causados por COVID-19 o por la fiebre del Valle. Por lo general, la fiebre del Valle se diagnostica mediante un análisis de sangre, pero la prueba de laboratorio para COVID-19 utiliza una muestra respiratoria de la nariz o de la garganta.


La mayoría de las personas (aproximadamente 6 de cada 10) que contraen fiebre del Valle no tienen síntomas, y el cuerpo combate la enfermedad naturalmente.

Las personas que sí se enferman pueden tener síntomas respiratorios o neumonía, porque el hongo de la fiebre del Valle suele afectar los pulmones. Los síntomas más comunes, que pueden desarrollarse entre 1 y 3 semanas después de inhalar el hongo, incluyen: agotamiento (cansancio), tos, dificultad para respirar, fiebre, sudoración nocturna, dolor muscular o en las articulaciones, dolor en el pecho, pérdida de peso, dolor de cabeza, y sarpullido. 

Síntomas de la fiebre del Valle

Síntomas de la fiebre del Valle: agotamiento (cansancio), tos, dificultad para respirar, fiebre,  sudoración nocturna, dolor


    La fiebre del Valle puede afectar a las personas de diferentes maneras. Algunas personas con fiebre del Valle pueden tener solo síntomas leves y se mejoran solas después de unas semanas. En otras, algunos síntomas, como el agotamiento, pueden tardar más en desaparecer y durar varios meses.



La fiebre del Valle diseminada

En casos poco comunes, la fiebre del Valle puede provocar infecciones graves en los pulmones o en otras partes del cuerpo (lo que se conoce como enfermedad diseminada).

Las personas que tengan fiebre del Valle grave probablemente necesiten ser hospitalizadas y recibir atención médica de seguimiento durante varios meses o, incluso, años. Si la fiebre del Valle infecta el cerebro (lo que se conoce como meningitis), es probable que la persona afectada necesite tratamiento de por vida. En casos muy poco frecuentes, la fiebre del Valle grave puede ser mortal.

La fiebre del Valle diseminada generalmente causa infecciones en la piel, los huesos, las articulaciones o el cerebro, y tiene síntomas graves que pueden incluir:

  • Lesiones cutáneas

  • Dolor en los huesos o las articulaciones

  • Dolores de cabeza intensos

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