Los Casos de Fiebre del Valle Continuaron Aumentando en California en 2017
Fecha: Agosto 16, 2018
Número: 18-041s
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CDPHpress@cdph.ca.gov
SACRAMENTO - El Departamento de Salud Pública de
California (CDPH, por sus siglas en inglés) anunció hoy que se informó la mayor
cantidad anual de nuevos casos de fiebre del valle (coccidioidomicosis) registrados
en California en 2017.
Desde enero hasta diciembre de 2017, se notificaron al CDPH 7,466 nuevos casos
de fiebre del valle, convirtiendo a 2017 en la incidencia anual más alta
registrada en California desde que se reportó la coccidioidomicosis
individualmente en 1995. También fue el segundo año récord consecutivo para
casos reportados de fiebre del valle.
De acuerdo con años anteriores, la incidencia más alta de coccidioidomicosis en
2017 se informó en los condados de las regiones del Valle Central y la costa
central, incluidos los condados de Kern, Kings, San Luis Obispo, Fresno,
Tulare, Madera y Monterey. Casi el 64% de los pacientes de casos de 2017 residía
en uno de estos condados, y el 37% residía en el condado de Kern.
"Con el continuo aumento de la Fiebre del Valle, las personas que viven y
trabajan en las regiones del Valle Central y las costas centrales deben tomar
medidas para evitar respirar el aire polvoriento", dijo la Doctora Karen
Smith, Directora del CDPH y Oficial de Salud Pública del Estado. "Si las
personas desarrollan síntomas parecidos a la gripe, como tos, fiebre o
dificultad para respirar, que duran dos semanas o más, deben consultar a su
proveedor de atención médica acerca de la fiebre del valle".
La fiebre del valle, también conocida como coccidioidomicosis o cocos, es
causada por la inhalación de las esporas de un hongo que crece en ciertos tipos
de suelo. Las esporas de hongos pueden estar presentes en el polvo que entra al
aire cuando hace viento o cuando se altera el suelo, como al cavar en la tierra
durante la construcción.
La mayoría de las personas infectadas no mostrarán signos de enfermedad.
Aquellos que se enferman con la fiebre del valle pueden tener síntomas
similares a la gripe que pueden durar dos semanas o más. Si bien la mayoría de
las personas se recupera completamente, algunas pueden desarrollar
complicaciones más graves que incluyen neumonía o infección del cerebro,
articulaciones, huesos, piel u otros órganos. Actualmente no hay vacuna, pero
los medicamentos antimicóticos están disponibles. Las personas deben
preguntarle específicamente a su proveedor de atención médica sobre la fiebre
del valle si creen que pueden estar infectadas.
Si bien cualquiera puede contraer la fiebre del valle,
las personas con mayor riesgo de padecer una enfermedad severa incluyen
personas de 60 años o más, afroamericanos, filipinos, mujeres embarazadas y
personas con diabetes o afecciones que debilitan su sistema inmunológico. Las
personas que viven, trabajan o viajan en las áreas de fiebre del valle también
corren un mayor riesgo de infectarse, especialmente si trabajan al aire libre o
participan en actividades donde se altera el suelo.
Una persona puede reducir el riesgo de enfermedad al evitar respirar suciedad o
polvo en áreas donde la fiebre del valle es común. En estas áreas, cuando hace
viento afuera y el aire está polvoriento, quédese adentro y mantenga las
ventanas y puertas cerradas. Mientras conduce, mantenga cerradas las ventanas
del automóvil y use aire acondicionado de recirculación, si está disponible. Si
las personas deben estar al aire libre, deben considerar usar una máscara bien
ajustada (como una máscara de respiración N95 que está ampliamente disponible
en tiendas minoristas) cuando el aire este polvoriento, y
abstenerse de perturbar el suelo siempre que sea posible.
Los empleadores deberían informar a los trabajadores sobre los síntomas de la
fiebre del valle y tomar medidas para limitar la exposición de los trabajadores
al polvo, como regar el suelo antes de excavar.
No está claro por qué ha habido un aumento tan grande en los casos reportados
de fiebre del valle en California desde 2014. Los posibles factores
contribuyentes incluyen fuertes lluvias después de años de sequía y otros
factores climáticos y ambientales, un mayor número de personas susceptibles en
áreas donde el hongo está presente, y el aumento de la conciencia, las pruebas
y el diagnóstico por parte de los proveedores de atención médica. Se desconoce
si el invierno relativamente seco de 2017-2018 en California afectará el número
de casos de fiebre del valle este año.
Para obtener información adicional sobre la fiebre del valle, visite el sitio web del
CDPH.